lunes, 6 de mayo de 2013

Elección del ERP adecuado



Como sucede con cualquier producto, la elección del ERP pasa desde la funcionalidad, hasta la atención del vendedor, de referencias del mercado o inclusive de una mejor actuación de marketing del proveedor. Sin embargo, lo ideal es hacer una investigación detallada que puede involucrar desde fuentes externas (Internet y publicaciones de información especializada, compañías del mismo segmento o de perfil similar y consultoras) hasta investigaciones hechas por los profesionales de tecnología de la información (TI), pasando por las principales áreas de la empresa, con sus motivaciones, necesidades e ideas.


La presencia de un consultor o especialista puede disminuir la distancia entre la idea de la adquisición de un ERP y la conclusión del proyecto, pero no es esencial desde que se tenga un área de TI dinámica y que se pueda dedicar exclusivamente a esta tarea. Simultáneamente a la evaluación y comprensión de los procesos para identificar si la empresa está preparada o no para el ERP, se pueden investigar los productos disponibles en el mercado.

Nunca se debe dejar en manos de un tercero la responsabilidad de la elección del sistema que será instalado, ya que la empresa es quien conoce su día a día y necesidades. En la década del 90 no era raro encontrar compañías que comenzaron a utilizar ERP por puro modismo y, en lugar de un proceso cuidadoso y meticuloso de búsqueda de vías de información confiables, la rapidez era la tónica, esta sistemática acababa costado muy cara

El aspecto económico cuenta y mucho, pero debe ser pensado no solamente desde la perspectiva del coste y el beneficio como también de inversiones ya realizadas. Una empresa que tiene un sistema de contabilidad eficiente o recursos humanos y que todavía no ha sido amortizado puede evaluar si vale la pena comprar el módulo equivalente del sistema de ERP, es importante explotar al máximo la característica de la modularidad del software, evaluando la adquisición del paquete entero o en partes y también si el sistema que la sociedad posee pude ser adaptado para operar en conjunto con el software de gestión empresarial, y a qué precio se hará todo esto. La necesidad, la adecuación y los costes deben caminar juntos.

Muchas veces, una combinación de productos también puede ser útil e interesante.Sin embargo, no siempre esta combinación es posible, ya sea por el perfil corporativo como por la incompatibilidad y coste del producto. En tiempos de falta de presupuesto, el coste acaba siendo preponderante. Cabe entonces abordar todos los detalles involucrados en la adquisición de un sistema ERP: el precio del sistema, si es el paquete completo o dividido en módulos; los valores de consultoría o empresa del proceso de implementación; el mantenimiento e inclusive cuál es el descuento para futura adquisición de una nueva versión o de las actualizaciones periódicas.

No es por casualidad que existen evaluaciones y métricas que contabilizan cuántos meses serán necesarios para que la inversión retorne en forma de mejoría en los negocios y economía de recursos. Pero, como toda previsión, es interesante leer de forma cuidadosa y detenida lo que esta evaluación propone. Los números en el papel pueden reflejar una realidad bien distante de aquella que se conoce.

Además de los valores, una empresa puede tener en su estrategia las principales claves de motivación de la elección. En ella, son explorados cuáles son los niveles de dirección deseados y cómo productos y servicios pueden beneficiarse en el proceso. La contrapartida es estudiar cómo los paquetes de ERP pueden proporcionarlo. El informe detallado de las acciones y las evaluaciones internas pueden ser lentas, pero compensan y pueden reflejar el resultado de una elección mas acertada.